La transmisión de caracteres adquiridos es un mecanismo de la herencia biológica para explicar la transmisión a sus descendientes de ciertas modificaciones adquiridas por los seres vivos. Los caracteres pueden ser anatómicos, bioquímicos, citológicos, conductuales, fisiológicos, genéticos, geográficos, moleculares, morfológicos, o de cualquier otra naturaleza.
Los caracteres anatómicos se pueden clasificar en:
- Cuantitativos o continuos: son aquellos caracteres que pueden medirse. Por ejemplo, la altura o el peso.
- Cualitativos o discretos: son aquellos caracteres que pueden describirse. Por ejemplo, el color de los ojos o el color de piel.
Estas características son algunas de las más comunes y son las que vamos a usar como ejemplo para dividir los caracteres en dominantes y recesivos.
Los caracteres dominantes son aquellos que se manifiestan con mayor frecuencia como los ojos de color oscuro y los recesivos son aquellos que se manifiestan con menor frecuencia como los ojos de color claro
Los dominantes siempre dominan sobre los recesivos y por eso se les pone una letra mayúscula y los recesivos minúscula.
No hay comentarios:
Publicar un comentario